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Las tendencias gastronómicas de 2025 estarán marcadas por una evolución de la forma en que entendemos la comida, y cómo ésta interactúa con nuestra salud, el medio ambiente y la tecnología
Una tenencia es una propensión o inclinación en las personas y en las cosas hacia determinados fines. Extrapolado a la gastronomía, hablamos de aquellas modas persistentes que marcan el devenir de un estilo culinario, una forma de hacer cocina o incluso el método de obtener o consumir ingredientes.
Sin embargo, son ya varios los años en que, en realidad, no se innova en las tendencias. El mundo en el que vivimos está tan globalizado y conectado que, como pasó en 2023 y 2024, y como pasará en 2025, no se producirán cambios radicales en ellas, sino transiciones, sinergias y efectos combinados.
Por ello, a medida que nos acercamos a 2025, las tendencias gastronómicas continúan evolucionando para adaptarse a los cambios sociales, económicos y tecnológicos que afectan nuestras vidas. Cada vez más, los consumidores se interesan por la comida no solo como una necesidad básica, sino como una forma de conectarse con su entorno, su salud y el mundo en general.
A continuación, exploramos las cinco tendencias gastronómicas clave que definirán la gastronomía en 2025.
Salud y Sostenibilidad. Comer para el bienestar del planeta y el cuerpo
El camino de la sociedad hacia una alimentación más saludable no es nada nuevo, pero en 2025 seguirá evolucionando en pos de adquirir una nueva dimensión al integrarse con la sostenibilidad ambiental.
Los consumidores son cada vez más conscientes del impacto que tiene su dieta no solo en su salud, sino también en el bienestar del planeta. Esta creciente conciencia está llevando a los chefs y productores a centrarse en menús y productos que no solo sean buenos para el cuerpo, sino también para la Tierra.
El próximo año, los alimentos funcionales, aquellos que ofrecen beneficios para la salud más allá de la nutrición básica, jugarán un papel clave. Ingredientes como los probióticos, los antioxidantes, los adaptógenos y las vitaminas serán cada vez más comunes en los menús, no solo en productos procesados, sino también en platos frescos, como ensaladas, sopas y batidos. El objetivo es mejorar el bienestar general, desde la salud digestiva hasta la gestión del estrés, la memoria o la inmunidad.
Además, los alimentos que favorezcan un modelo de consumo responsable, como aquellos provenientes de la agricultura regenerativa, ganarán terreno.
Alimentación Plant-Based. Más allá de la carne
Lo que comenzó como una alternativa para quienes siguen dietas veganas o vegetarianas, ha evolucionado hasta convertirse en una opción popular entre los consumidores interesados en mejorar su salud y reducir su huella ecológica.
En 2025, la tendencia Plant-Based seguirá expandiéndose, aportando cada vez opciones más sofisticadas.
Los ingredientes basados en plantas, como la soja, el guisante, el seitán, las algas y los hongos, seguirán siendo esenciales para reemplazar las proteínas animales en los menús. Sin embargo, habrá un nuevo enfoque aún más innovador: la creación de productos lácteos y carnes cultivadas a partir de células animales sin necesidad de criar o sacrificar animales.
Además, las carnes vegetales serán más realistas y sabrosas que nunca, contando a su vez con una mayor diversidad en los platos veganos y vegetarianos, que irán más allá de las simples sustituciones de carne para incorporar sabores y técnicas culinarias más complejas.
Menús circulares y Zero Waste. De la cocina a la mesa sin desperdicios
La tendencia Zero Waste se convertirá en un elemento clave en los restaurantes y hogares. En consonancia con ella, los menús circulares, que buscan aprovechar al máximo los ingredientes sin generar residuos, serán una manifestación clara de este enfoque.
Los chefs deberán innovar y reinventarse para desperdiciar el menor número de productos posible. Por ejemplo, las cáscaras de frutas y verduras pueden convertirse en salsas, caldos o incluso chips. Esta forma de cocinar no solo es más sostenible, sino que también ayuda a reducir el impacto ambiental disminuyendo la cantidad de residuos que se generan.
Regionalidad y Globalización. Fusionando lo local con lo global
Los chefs continuarán explorando las raíces de las cocinas locales y tradicionales, pero con un enfoque global que incorpora ingredientes y técnicas de otras culturas. Esta tendencia refleja la conexión cada vez más fuerte entre las tradiciones culinarias locales y los sabores internacionales.
La globalización permite a los consumidores acceder a una gran variedad de productos de todo el mundo, influyendo directamente en los sabores de las cocinas locales. Sin embargo, los chefs tratarán de rescatar las recetas más tradiciones de sus países, reinterpretándolas y adaptándolas al gusto contemporáneo. Esto dará lugar a una gastronomía fusión entre la autenticidad de lo local y la innovación de lo global.
Además, se dará más importancia al uso de productos locales y de temporada, lo que permitirá reducir la huella de carbono asociada al transporte de alimentos, además de asegurar que se aprovechen los ingredientes más frescos y nutritivos.
Tecnología en la cocina. Innovación y personalización
Desde la automatización de procesos hasta el uso de inteligencia artificial (IA) para personalizar menús, la tecnología cambiará la forma en que cocinamos y comemos. Así lleva siendo desde hace unos años, y seguirá focalizándose en automatizar procesos y en hacer más fácil la gestión y administración de los negocios.
Uno de los avances más emocionantes que se espera de cara a los próximos años será la app de inteligencia artificial que ayudará a los chefs a crear experiencias culinarias más personalizadas. Los algoritmos pueden analizar los gustos y preferencias de los comensales, y sugerir platos que se adapten a sus necesidades dietéticas específicas, preferencias de sabor y objetivos de salud.
Además, la tecnología también permitirá nuevas formas de producción de alimentos, como una impresión 3D cada vez más accesible o robots de cocina capaces de realizar tareas cada vez más complejas en cuanto a la preparación de alimentos se refiere.
Las tendencias gastronómicas de 2025 estarán marcadas por una evolución de la forma en que entendemos la comida, y cómo ésta interactúa con nuestra salud, el medio ambiente y la tecnología. La gastronomía del futuro no solo será deliciosa, sino también más inteligente, ética y sostenible.